La hidratación "Sin agua no hay vida"
El secreto de la salud es la prevención.
La vida es agua, sin agua no hay vida. El hecho de que el agua constituya el 60% del peso corporal en los hombres y cerca del 50% en las mujeres prueba ampliamente su importancia para la vida humana. El agua es un alimento verdaderamente extraordinario y esencial para la vida.
Beneficios de tomar agua
Mejora la digestión. Los alimentos y nutrientes se trasportan en forma líquida.
Los productos de desechos se expulsan del cuerpo mediante la orina y las heces, ambos necesitan agua.
El agua regula nuestra temperatura.
Lubrica nuestras articulaciones.
Una correcta hidratación contribuye a tener una piel tersa y joven.
Mejora las funciones circulatorias.
Un adulto sedentario, en un ambiente sin exceso de calor y humedad, requiere unos dos litros y medio de agua al día. Las frutas y vegetales son los alimentos que más agua contienen.
Beber sin esperar a la Sed
No debemos esperar a sentir sed para beber agua.
La boca seca ya es síntoma de deshidratación, y el instinto de beber se pierde con la deshidratación progresiva.
Por ello no hay que confiar en la sed y conviene beber regularmente 10 a 8 vasos a lo largo del día. Calor, humedad y ejercicio físico son las condiciones idóneas para que aparezca un cuadro de deshidratación.
Una pérdida del 2% del agua corporal supone la pérdida del 20% de la energía física; el agotamiento se acelera con la pérdida del líquido.
Cuando se pierde el 20% del líquido del organismo se eleva el riesgo de sufrir complicaciones graves, que pudieran incluir la muerte.
Recomendaciones en deportes, dietas y enfermedades
Beba de 2 a 2 ½ litros diarios de agua, y si es verano o practica ejercicios, ingiera un aporte extra de líquido sin esperar a que la sed le avise.
Las dietas ricas en grasas y proteínas requieren más líquido para eliminar sus restos metabólicos, ya que estos alimentos contienen menos agua que otros productos.
El calor, la humedad y el ejercicio físico aumentan notablemente los requerimientos de agua de nuestro organismo.
Quienes padecen de cálculos de riñón, arenillas o infecciones urinarias deben beber más líquidos.
Café, alcohol, gaseosas y otras bebidas similares son diuréticos e incrementan la eliminación de líquidos por la orina. Cuidado con ellos.
Infecciones, fiebre, vómitos y diarrea ocasionan una rápida pérdida de líquidos que hay que reponer de inmediato. Los ancianos y niños son los más sensibles.
Pregunte a su médico las dudas que le han podido surgir tras leer estas recomendaciones.